Seguro para un clásico
Tanto si posees
- un Plymouth Superbird de 1970,
- un Ferrari 275 GTB/4 de 1967,
- un Willys Gasser Hot Rod de 1941,
- un Modelo T original de 1923
O cualquier otro codiciado coche de colección, probablemente querrás hacer todo lo posible para proteger tu inversión y asegurarte muchos años de diversión y disfrute con tu preciado vehículo.
Eso significa mantenerlo limpio, bien mantenido y protegido, así como asegurarte de tener la cobertura de seguro de automóvil adecuada.
Porque cuando se trata de un coche clásico, un camión, una motocicleta u otro vehículo raro o de época, el seguro de automóvil tradicional:
No puede seguir el ritmo de estos reyes de la calle, el valor que tienen o el cuidado que requieren.
¿Qué es el seguro de coche clásico?
Con un seguro de automóvil convencional, tu coche suele estar cubierto sólo hasta su valor real en efectivo, que equivale a su coste de reposición menos la depreciación.
Por ejemplo, si tú compraste un Dodge Challenger nuevo, pero tuviste un accidente que hizo que el coche quedara destrozado, tu compañía de seguros sólo tte reembolsará un valor real en efectivo de aproximadamente 14.0000 millones.
Por el contrario, los seguros de automóviles clásicos suelen cubrir tu vehículo de colección por un valor acordado (a menudo llamado “garantizado”) que es de mutuo acuerdo para ti y la compañía de seguros.
Una cantidad que el automóvil vale en base a las guías de valoración de coches de colección respetados como la Guía de Precios del Informe de Coches Antiguos, una evaluación por un profesional, la investigación realizada por el asegurador, o alguna forma de documentación.
Chevrolet Bel Air de 1957
Por ejemplo, si tú posees un Chevrolet Bel Air de 1957 con un motor de 8 cilindros y 162 caballos de potencia, Hagerty, una aseguradora líder de coches de colección, lo valoraría en unos 61.0000 millones.
Si tienes una póliza de seguro de coche de colección y ese vehículo sufre un siniestro total, la aseguradora te compensará el valor total acordado de 61.0000 millones.
Por su propia naturaleza, los coches de colección suelen aumentar su valor, especialmente si están bien cuidados y/o restaurados.
En cambio, los automóviles de uso cotidiano que conducimos al trabajo, a la escuela, a las tiendas y a nuestros destinos favoritos, suelen perder valor con el tiempo y no requieren una cobertura del tipo valor acordado.
